¿Alguna vez te has preguntado por qué Castilla-La Mancha se llama así o de dónde vienen los colores de su bandera? Pues resulta que “mancha” viene del árabe al mansa, que significa “tierra seca” o “nacida del sol”, vamos, una descripción perfecta del clima manchego. Y lo de “Castilla” es herencia directa del antiguo reino medieval.
La bandera también tiene lo suyo: el castillo sobre fondo carmesí representa a los reyes de Castilla y después a los Reyes Católicos. El blanco, en cambio, es todo un guiño a La Mancha: sus paisajes inmensos y luminosos, los molinos y las casas encaladas. Así que sí, Castilla y La Mancha son cosas distintas, pero unidas forman esta comunidad con tanta historia.